A principios de los años ‘60s, Homero Pereyra -joyero de banco- inicia su carrera comercializando piezas en casas de alta joyería de la Argentina. La vanguardia en sus creaciones, hicieron que sus joyas recorran el mundo, llamando el interés del público por su calidad y buen gusto. Dado el éxito de su gestión, en 1972 inaugura su primera tienda de joyas y relojes de venta directa al público.
A partir de los ‘90s, y gracias al boom de su colección diseñada en Caucho, oro y piedras preciosas se lanza a participar en la feria de joyas de New York, y comienza la expansión internacional. En el 2004 inaugura la primera tienda en el corazón de Manhattan, en donde brilla la colección de anillos de oro blanco, pavé de diamantes y acrílicos. Años después lo mismo en Tokio Japón.
Ahora en el 2020, 2da y 3ra generación de la familia Homero, abren su tienda en Nordelta, el primer joyero de la ciudad. Una vez más a la Vanguardia.